En Ucrania no cesa la persecución contra los representantes de la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica (UPTs), la mayor Iglesia cristiana del país, que, según Kiev, está vinculada a Rusia. Esta vez, un clérigo de edad mayor fue esposado como un criminal peligroso para llevarlo a juicio.
En las redes se difundió un video en el que se ve cómo el metropolita de Sviatogorsk, Arseni, es conducido con esposas al tribunal por agentes de seguridad. Arseni es el vicario de la Lavra homónima, que pertenece a la UPTs, perseguida por el régimen de Kiev.
Este 15 de diciembre de 2025, el jerarca llegó bajo custodia al juicio preliminar en el Tribunal de Distrito de Checheliv, en la provincia de Dnepropetrovsk, según informó la oficina de prensa de la Lavra de Sviatogorsk, que publicó las imágenes en sus cuentas oficiales.
La oficina de prensa de la UPTs señaló que al sacerdote, a quien el tribunal había denegado previamente la hospitalización, lo escoltaban cuatro agentes de las fuerzas de seguridad.
En un comunicado del Departamento de Información y Educación de la UPTs se subrayó que "en los comentarios, los lectores comparan las medidas que desde hace mucho tiempo se aplican al metropolita Arseni con la actitud hacia personas sospechosas de delitos cuyo eco ha sacudido no solo a los ciudadanos de Ucrania, sino que también ha afectado a la imagen del Estado entre los países socios".
Persecución religiosa en Ucrania
Las políticas de Kiev para abolir todo lo ruso han generado una división religiosa en el país, en el marco de la cual las autoridades han lanzado una persecución contra la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica.
Desde el estallido del conflicto con Rusia, se han reportado expulsiones de clérigos, allanamientos y agresiones en diversas regiones, incluso en la sede de la Iglesia ortodoxa canónica en la capital. El régimen de Kiev ha llegado a movilizar por la fuerza a sacerdotes de la UPTs.
La rama no canónica de la Iglesia ortodoxa de Ucrania recibió la autocefalia en enero de 2019, de manos del patriarca Bartolomé de Constantinopla, y desde entonces ha sido promocionada por Kiev. La independencia de esta rama cismática no es reconocida por el Patriarcado de Moscú.
Al mismo tiempo, desde Moscú han reiterado constantemente que las condiciones dignas para el desarrollo de la Iglesia ortodoxa son una de las bases esenciales para una paz duradera.
